Hay escuelas infantiles en las que los padres son clientes, son escuelas para los padres no para los niños y niñas.
Lo que se busca es tener contentos a los padres: se hacen muchas manualidades, que la mayoría no son del interés de los niños y niñas, para que ellos vean cuanto trabajan.
La escuela infantil no puede ser una carrera contrareloj donde se agobia a los niños para que hagan el regalo del día del padre o del día de la madre, la mayoría de las veces hechos por la educadora: he visto a educadores llamando uno a uno, en fila, a los niños y niñas, cogerles la mano, embadurnála con pintura e imprimir con ella la mano en el papel.
Cuántas menos manualidades mejor. La educadora es guía, facilitadora de un aprendizaje significativo, donde el niño y la niña adopta un papel activo en su aprendizaje.
Armonía, tranquilidad, respeto. No se puede entrar por la mañana a una escuela infantil y que parezca una discoteca con las canciones a todo volumen donde no se puede ni hablar.
